Un medicamento ototóxico es aquel que en su composición contiene uno o varios compuestos que son perjudiciales para el oído, pudiendo tener efectos nocivos sobre distintas partes del sistema auditivo.
Normalmente los daños suelen producirse en la estructura vestibular y en la estructura coclear. Los primeros medicamentos considerados como ototóxicos datan de la década de los años 40, en los que cierta medicación desarrollada para el tratamiento para la tuberculosis provocaron lesiones auditivas en los pacientes que fueron tratados.
La ototoxicidad no funciona igual en los medicamentos que se consideran así. Hay medicamentos que reaccionan de forma reversible (se puede tratar) y otros que reaccionan de forma permanente cuyos efectos no se pueden eliminar. También depende de las cantidades suministradas y de la duración del tratamiento.
¿Cuáles son los medicamentos ototóxicos más reconocidos?
En dosis altas, el ácido acetil salicílico puede tener estos efectos. Como sabemos, se emplea como analgésico y antiinflamatorio. Sus efectos serían reversibles, pudiendo provocar cierta pérdida auditiva y/o tinnitus.
Otro de los medicamentos reconocidos como ototóxicos es la quinina, que normalmente suele llegar de importación ya que no se utiliza en España de forma regular. Con él se trata la malaria y sus efectos pueden ser permanentes con un uso prolongado y dosis muy elevadas.
Los antibióticos aminoglucósidos son también perjudiciales. Dentro de ellos especialmente la amicacina, que tiene el tinnitus y la sordera como principales efectos de la ototoxicidad. Las dosis deben ser muy controladas y no dejar de lado el tratamiento en los términos recomendados.
Finalmente el Taxol es un fármaco que tiene un origen vegetal. No tiene una relación directa entre las dosis y el grado de pérdida pero sí es cierto que diversos estudios han demostrado que puede reducir significativamente los niveles de audición. Sobre todo trata personas con cáncer de pulmón, ovario, mama y tipos distintos de sarcomas.
Esperamos que con esta información puedas conocer algo más sobre los medicamentos ototóxicos. Antes de comenzar un tratamiento pregunta por ello a tu médico, con el fin de adaptar las dosis y el tratamiento.