Hay muchas causas por las que las orejas se enrojecen. Normalmente todas ellas tienen una explicación concreta y es, además, sencilla. Suele ir aparejada de calor, molestia y picores en algunos casos. Vamos a ver porqué ocurres esto.
La acumulación de sangre en los vasos capilares de las orejas era el origen de lo que se conocía como el síndrome de la oreja roja. No se sabían exactamente sus causas concretas pero puede tener que ver con la práctica deportiva, tocarse de forma recuerrente la oreja, los cambios de temperatura, etc. Los síntomas que acompañan este síndrome son muy livianos, y son los que hemos descrito anteriormente: enrojecimiento, picor, algo de inflamación, dolor.... Pero no hay que preocuparse porque aunque pueda darse en una o en las dos orejas, estos síntomas suelen desaparecer a los pocos minutos o algunas horas.
También en ocasiones sentimos la oreja, además de enrojecida, con un calor anormal. El aumento de flujo sanguíneo a la zona es lo que lo causa, al igual que pasa cuando se enrojecen las mejillas. Puede producir este hecho lo siguiente:
-Alergias
-Infecciones de oído
- Un golpe
- Quemaduras solares
- Desequilibrio hormonal
- Estrés y/o ansiedad
- Cambios bruscos de temperatura
- Emociones intensas: ira, vergüenza, concentración máxima
Para poder solucionar estos problemas, hay que visitar al médico si procede hacerlo y si es algo que no tiene que ver con alergias o infamaciones por infección auditiva se pueden aplicar remedios locales como la aplicación de frío o alguna crema hidratante en el caso de quemaduras. No obstante, ante cualquier duda, visita al especialista.