Tener un problema en el oído tiene una sintomatología desigual, con síntomas muy diversos. Podemos experimentar algún mareo o sensación de vértigo y confundirlo con problemas del organismo diferentes a los del oído. Es fundamental para ello reconocer a tiempo cuándo podemos tener una lesión interna en el oído.
Lo más común es identificar los síntomas asociados a lesiones de oído, que son varios y diversos. Van desde los pitidos o acúfenos, pasando por los mareos o vértigos a secreciones diversas de líquido, pus o incluso sangre. También la pérdida auditiva repentina obedece a una lesión de este tipo, no así las que son graduales y que obedecen a otro tipo de causas.
Las lesiones que se asocian al oído interno pueden ir desde un Síndrome de Méniere a una neuritis vestibular, tubaritis o bien una perforación del tímpano. En el primero de los casos asistimos aun trastorno que se produce en el oído interno que no tiene causas conocidas. En el caso de la neuritis es una inflamación del nervio vestibular que provoca todo tipo de mareos y vértigos. Con la tubaritis estamos asistiendo a la inflamación de la trompa de Eustaquio que es la encargada de aliviar la presión en el oído. Finalmente, las perforaciones de tímpano parece que no pero suelen ser más frecuentes de lo que nos podemos pensar. Un impacto brusco, sucesión continua de infecciones de oído...todo ello puede causarlo.
Lo normal es acudir al otorrinolaringólogo lo antes posible con el fin de que diagnostique y ofrezca el tratamiento más adecuado para la lesión.