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Los acúfenos o zumbidos en los oídos son un síntoma frecuente en la población, se presenta entre un 70-75%, pero en la mayoría de los casos, no molesta (porque no se produce alteración en su procesamiento central) y no es necesario realizar ningún tratamiento específico.

Suele ser un sonido como un pitido, zumbido, ruido de red eléctrica, etc. Los más frecuentes suelen ser los de tono agudo. En los casos en los que molestan, pueden alterar el sueño y llegar a interferir con la concentración y realización de actividades cotidianas.En la medida en que los acúfenos afectan a la vida cotidiana y no se consigue un descanso adecuado, el paciente se encuentra más irritable y cada vez se afecta en mayor medida su calidad de vida.

A continuación te proponemos algunos ejercicios para tratar de eliminar este molesto zumbido: 

1. Siéntate y pon una mano sobre la mandíbula. Deja tu dedo pulgar sobre uno de los costados de la mandíbula y el dedo índice sobre el contrario. Abre a tope la boca y después presiona la mandíbula durante dos minutos. Es posible que sientas que los pitidos cambien e incluso se intensifiquen, en un principio esto no debe de preocuparte si el dolor está dentro de un umbral aceptable
2. Otro ejercicio a realizar será masajear la misma zona de la mandíbula presionando una pelota blanda anti estrés. Los movimientos han de dibujar una espiral en la mandíbula y si sientes que un punto en concreto tiene mayor tensión, detente ahí. Mueve la pelota en círculo alrededor de este punto. Así relajaras la tensión de dichas zonas y la tensión que posteriormente llega al oído se verá reducida.
3. Último ejercicio: siéntate sobre tus rodillas en una esterilla con la espalda recta. Después dobla el brazo izquierdo para asegurarte de no mover el hombro y con la mano derecha estira la cabeza hacia otro lado. Siente como estiras el cuello y relajas tu musculatura durante tres minutos más o menos. Después ejecuta el mismo ejercicio hacia el lado contrario.

Esperamos que estos consejos te hayan servido. Como siempre, si no se retira, acude al especialista para un tratamiento más duradero.

La respuesta es sí. Como bien sabéis el estrés es considerada una de las enfermedades más extendidas en plena era digital y globalizada. Llevar una vida con un ritmo excesivo, elevado en la que poder compaginar trabajo, familia y ocio es cada vez más complicado para muchos de nosotros.

El hecho de tener un estrés prolongado en el tiempo, casi crónico, es un motivo de preocupación para la salud de las personas. Lo que mucha gente se pregunta, en relación a la audición, es que si tal cantidad de estrés causa problemas sensoriales y concretamente con una pérdida auditiva.

Sí.El estrés puede causar pérdida de audición. La relación entre el estrés e hipoacusia viene determinada por muchos estudios médicos y científicos en el que afirman que cierto grado de estrés es el desencadenante de problemas de audición como puede ser el ejemplo de la hipersensibilidad al sonido. Trata de que algunas personas experimentan dolor en el oído ante ciertos sonidos o ruidos.

La tensión muscular que provoca el estrés puede provocar un exceso de tensión en los músculos que se encuentran en el oído, que se tensen, y que la estructura interna del oído no funcione bien provocando pequeñas pérdidas auditivas que pueden ser temporales. A largo plazo, el síndrome de Méniere es una opción que puede existir.

También la aparición de acúfenos o de tinnitus por el estrés es algo que suele ser habitual en algunos cuadros. Los zumbidos o pitidos pueden ser cosas de minutos u horas pero están ahí.

Así que es esencial un estilo de vida sano, reflexivo y que no sucumbamos al estrés que nos lleva la sociedad de hoy en día por la inmediatez de las cosas.

La Guía del Audífono lleva unos meses en marcha y ya ha resuelto muchas dudas a la hora de buscar el mejor servicio y precio para sus audífonos.

Los diferentes aspectos diferenciadores hacen de este portal una referencia en la búsqueda de los mejores profesionales del sector audiológico a la hora de comprar la prótesis auditivas o simplemente a la hora de revisar el estado de la audición.

Pasado un tiempo, el número de usuarios que utilizan la Guía del Audífono es cada vez mayor y vamos a tratar de explicar el porqué los usuarios utilizan este portal para comparar precios de audífonos y servicios audiológicos.

No se trata sólo de ser un portal intuitivo y de sencillo manejo. La realidad es que además facilita mucho el embudo de búsqueda pudiendo filtrar por la cercanía a domicilio, lo que ayuda a que no sólo sea una búsqueda sin más con centros que pueden estar muy lejos del lugar de residencia.

Seguramente sea el portal que ofrece una información muy completa en cada una de las fichas de los centros que están inscritos en la Guía del Audífono. Disponer de una información tan completa significa que no sólo conocen los descuentos que aplica el centro auditivo en la compra del audífono, sino otras ventajas y beneficios añadidos como puede ser el seguro incluido, la financiación, etc...

Y no sólo eso. A los usuarios que ya conocen algunas de las marcas del mercado el audífono también quieren saber qué marcas trabaja cada centro. Y eso lo pueden ver también en la ficha del centro que seleccionen.

Para finalizar, uno de los aspectos que más valoran los usuarios de internet en general es el de tener facilidades de contacto con las empresas que buscan. En este caso, la Guía del Audífono lo tiene con más de cinco formas para poder contactar con ellos: chat, WhatsApp, teléfono, llamada de vuelta, etc..

Hoy vamos a tratar un tema que nunca está de más para que conozcáis mejor vuestros audífonos. Se tratan de partes del mismo que no tienen a priori la misma importancia para vosotros pero que lo son para el funcionamiento del audífono y así hay que darlas el valor y la importancia que tienen. Poco se habla del compartimento de la batería, del control de volumen o del tubo conector, pero son esenciales para el correcto funcionamiento del audífono. Si alguna de ellas se rompe, el audífono deja de funcionar correctamente.

El compartimento de la batería normalmente se encuentra cerca del botón de encendido o de apagado del dispositivo. En él se encuentra la pila del audífono y si se rompe la tapa o hay algún problema de conexión interno dentro de este compartimento el audífono no podría funcionar. Si la batería es recargable, hay menos problema pero requiere una recarga nocturna para que funcione.

El control de volumen es otra de esas partes imprescindibles si queremos oir bien con nuestros audífonos. Gracias a él se puede controlar la intensidad con la que se perciben los sonidos captados por el micrófono. Una avería en el control de volumen como podréis entender es una pérdida inmediata de la percepción de estos sonidos en intensidad.

Finalmente el tubo conector es ese tubito muy fino de plástico que tiene la misión de transmitir esos sonidos que se reciben amplificados al molde o auricular receptor. Es una pieza que debe sustituirse con el tiempo porque al estar hecho de plástico puede deteriorarse con el paso de los meses. Según el tipo de audífono este tubo nos lo encontraremos en una u otra parte del mismo.

Esperamos haberos ayudado a entender que además del chip, del molde y de otras partes de mayor importancia del audífono para muchos, existen estas otras partes a las que debemos prestar la atención debida porque sin ellas no funcionaría correctamente el dispositivo.

Saber lo que esperamos de nuestros audífonos es esencial para tener las expectativas que debemos considerar cuando utilizamos un dispositivo de estas características. Muchas personas con pérdida auditiva que utilizan audífonos se preguntan hasta qué punto mejorará su nivel de audición.

Lo primero que tienes que tener claro es que co los audífonos no vas a oir como cuando se es joven. Pero también tienes que tener en cuenta que nadie lo hace porque a medida que pasan los años la calidad de la audición disminuye.

El objetivo de los audífonos es dar una calidad de audición mejor de la que se tiene con la pérdida y eso lo cumplen con creces. Permiten que las personas se comuniquen con normalidad antes de tener una pérdida auditiva. Lo que hace el audífono es aprovechar al máximo tu nivel de audición para poder recuperar sonidos que ya no escuchas haciéndolos más fuertes y trasladándolos a frecuencias que tu oído sí permita escuchar.

El proceso de adaptación es esencial y debes de acostumbrarte a los nuevos sonidos que serán parte del día a día. Escuchar de nuevo sonidos que has dejado de oir y que te pueden resultar incómodos es también otra parte del proceso de adaptación, así como acostumbrarte al nuevo tono de voz que tienen familiares y amigos porque puede que tardes en reconocerlos. La regeneración de la memoria auditiva lleva su proceso y tardarás un tiempo en acoplarte.

Volver a oir bien con un audífono cambia la vida, pero no es lo mismo que oir como si se estuviera en plena juventud. Con paciencia y un proceso lento pero seguro al final se regenerará la memoria para esos sonidos y acabarás escuchando perfectamente para poder llevar una vida completamente normal.