Ya ha comenzado la primavera y es momento de tratar el tema de oídos y alergias primaverales. En el momento que las plantas comienzan a florecer, el polen se convierte en un enemigo para todos los alérgicos. De hecho es el causante de muchísimas alergias diagnosticadas. Es, además, un problema que incide en la salud auditiva ya que los síntomas más habituales como los ojos irritados, la tos, pero sobre todo la mucosidad pueden terminar provocando una otitis media. La alergia puede afectar a nuestra audición por el conducto que conecta la nariz y el oído: la trompa de Eustaquio. Al generarse una inflamación en las vías respiratorias, el oído puede acabar pagando esas consecuencia en forma de otitis. Los síntomas de taponamiento de los oídos, disminución de la audición e incluso ruidos se asocia a distintos síntomas de la rinitis alérgica. Se conoce como ototubaritis u otitis media secretora y es cuando existe moco en el oído medio. Lo que se debe hacer en estos casos es acudir al especialista y ver el estado en el que se encuentran los oídos por si fuese necesario tratar el problema con algo más que los antialérgicos y solucionar el problema del oído. Independientemente de la prevención de las alergias con la vacunación, para así reducir los efectos, se deben establecer otras rutinas para que cuando llegue el caso se eviten los problemas adicionales con el oído. Todo esto pasa por una correcta higiene auditiva y una revisión periódica de los oídos. Finalmente, para entender lo que ocurre con los oídos y alergias conviene aportar el dato de que aproximadamente el 30% de los alérgicos han experimentado otitis en algún momento de su vida como consecuencia de los problemas derivados de la misma. En estas circunstancias, el consejo pasa por informarse bien en cualquiera de los centros GEA asociados.