La diabetes es una enfermedad crónica en la que los niveles de azúcar en sangre muestran datos muy altos. Lo que tratamos de establecer aquí y de aclarar es si las personas diabéticas pueden perder audición debido a la enfermedad.
Tras muchos estudios, se ha demostrado que una persona con diabetes tiene el doble de probabilidades de sufrir pérdida de audición respecto a las personas que no la tienen. Las razones por las que estos estudios sugieren tal cosas son bien claras: un exceso de azúcar en sangre genera una propensión a que los vasos sanguíneos del oído interno se dañen. Se han encontrado lesiones en diferentes lugares del sistema auditivo, pero sobre todo son la cóclea y el nervio auditivo donde se producen, según estos estudios.
Estas lesiones muestran un patrón claro, diferentes a los que se producen en la pérdida auditiva asociada a la edad como la presbiacusia.
Lo normal es que a los diabéticos se les realicen pruebas de audición de forma recurrente. Por un lado una audiometría que es la que mide el verdadero nivel de audición por vía aérea mediante auriculares y otra opción es que se haga por el hueso con un objeto que vibra y se coloca tras ella.
También revisar los tímpanos mediante una timpanometría ayuda en este menester porque es una prueba que complementa a la audiometría y sirve para diagnosticar el estado en el que se encuentra el tímpano pero también el oído medio y la cadena de los huesecillos. Se introduce una sonda.
Para prevenir este deterioro en la audición por diabetes es necesario un diagnóstico temprano de la enfermedad con el fin de evaluar el sentido del oído cada cierto tiempo. Las audiometrías tonales ayudan para determinar también posibles daños tempranos en la audición. La prevención es esencial para esta enfermedad y, para los oídos, con mucha más razón si se quiere evitar cualquier tipo de complicación auditiva.