La misofonía es una reacción fuerte a sonidos muy selectivos. Pueden ser ruidos cotidianos o no y no debe confundirse con otro problema auditivo como la hiperacusia en la que el sonido se muestra de forma especialmente fuerte o doloroso a nivel físico. En cualquier caso, ambas situaciones son trastornos que se asocian a la disminución de la tolerancia al sonido.

Sonidos tan cotidianos como masticar, respirar o teclear pueden distraer e incluso enojar a las personas que padecen de misofonía. Es por ello que la misofonía tiene un componente social importante, ya que afecta a la vida persona, familiar y social de la persona porque se produce tanto en el hogar, como en el lugar de trabajo como en las reuniones sociales.

Oficialmente, la misofonía no está catalogada como una enfermedad médica o psiquiátrica oficial. Es por ello que muchas personas que sufren este trastorno lo tienen 'escondido' y lo padecen en soledad por el miedo a confesar algo que les repercuta en sus relaciones personales.

Las causas de la misofonía son un misterio. Se sabe que lo que produce es un trastorno neurológico en el que los estímulos auditivos son malinterpretados por el sistema nervioso central. Los síntomas que presenta es una fuerte reacción de rechazo a sonidos selectivos en la infancia tardía pero pueden aparecer a cualquier edad.

Actualmente no existe un tratamiento específico para este problema.