La pérdida auditiva repercute en nuestra vida cotidiana y en nuestras relaciones con los demás. Queremos ofrecerte algunas recomendaciones para que, tu salud auditiva, no se vea resentida y cuides de ella como se merece:
- Cuando utilices auriculares, prueba la regla 60-60: no pongas el volumen más alto del 60% y solo permanece con auriculares durante un máximo de 60 minutos al día. Asimismo, intenta reducir el volumen de la televisión, la radio y el equipo de sonido de casa.
- Si trabajas con equipos ruidosos, ponte protección auditiva.
- Evita los ruidos intensos cerca de la oreja, como los petardos, ya que pueden dañar el tímpano.
- En caso de padecer algún resfriado, gripe o catarro, es bastante habitual sufrir a continuación alguna infección auditiva. Por tanto, es primordial curarlas bien, ya que esto nos prevendrá de sufrir posibles pérdidas auditivas.
- En pantanos, lagos y piscinas públicas es frecuente la aparición de otitis. Para evitar riesgos, hay que ducharse tras estas inmersiones y procurar mantener el oído seco al salir del agua o usar tapones en el agua para protegerse de la humedad en el conducto auditivo externo.
- Lleva una alimentación saludable rica en vitaminas A (pimiento, zanahoria, verduras de hoja verde), vitamina C, E y ácido fólico.
- Algunos medicamentos pueden afectar al oído, por lo que no debes automedicarte nunca.
Además, es recomendable que si superas la barrera de los 50 años te realices revisiones periódicas de audición. Y, cómo no, que mantengas una buena higiene auditiva con el fin de que no utilices de forma equivocada los bastoncillos (es recomendable no usarlos) y que no trates de quitarte tú mismo los tapones de cera con soluciones salinas o similares. Deja que sea un profesional el que determine la mejor opción.