Hoy vamos a tratar el tema de las mascarillas y de cómo puede afectar al colectivo de los niños con pérdida de audición que se incorporan al colegio. Muchas asociaciones de personas sordas o con dispacadidad auditiva han avisado en los medios de comunicación el problema que les genera en la comunicación el uso de las mascarillas.
La comprensión de los mensajes en este tipo de colectivos de sordos se realiza a través de la lectura de labios. Con las mascarillas es imposible, salvo algún modelo ideado en otros países, poder establecer esa comunicación. Aún así esos modelos carecen de homologación por lo que no se consideran efectivas y ya hay peticiones al respecto para que puedan validar su uso en el colectivo que nos ocupa.
El uso de pantallas puede ser también un recurso para estas personas que necesitan de un contacto visual de los labios para entender el habla. En los alumnos así podrían ver los del profesos y sus expresiones mientras se explica la lección en clase.
Los alumnos que disponen de un audífono porque su problema auditivo no es tan grave además se pueden beneficiar de los sistemas FM que mejoran la calidad del sonido que llegan a los receptores, facilitando así tanto la audición como el aprendizaje.
No obstante hay niños con problemas auditivos aún no diagnosticados. Estos problemas son temporales algunos de ellos y de fácil solución. Puede ser un tapón de cera, una inflamación del oído por otitis, etc. Con los otros problemas anteriormente descritos sin embargo no hay posibilidad de echar marcha atrás y una persona sorda que viva en un mundo de mascarillas no transparentes puede afectar a su comprensión y al lenguaje.
La falta de atención suele ser la causa de un gran porcentaje del fracaso escolar. En ocasiones, esa falta de atención está motivada por problemas de audición. Cuando el alumno no logra escuchar todas las palabras de una frase, cuando el volumen al que oye los sonidos es muy bajo o cuando escucha ruidos, debe hacer un gran esfuerzo para poder comprender lo que escucha. Un esfuerzo que provoca problemas de concentración y un peor rendimiento.
Las revisiones auditivas son muy recomendables siempre, pero especialmente al inicio del curso escolar. Las revisiones auditivas son rápidas e indoloras y son la mejor manera de descartar cualquier problema de audición en los niños.